De la dosificación manual a la automatización total en una planta de autoconsumo
Cómo Ingelam transformó un proceso artesanal en un sistema automatizado, duplicando la producción diaria y fortaleciendo el talento humano.
El reto
Una planta productora de alimentos balanceados para autoconsumo enfrentaba un problema estructural en su operación:
- La dosificación de ingredientes se hacía manualmente, controlada con perillas e indicadores de peso.
- Los operarios calculaban las cantidades “a ojo”, generando errores y variaciones en la mezcla.
- Las jornadas eran extensas y agotadoras, con bajo control de trazabilidad y altos niveles de desperdicio.
El cliente buscaba aumentar su capacidad de producción sin construir una nueva línea, pero sin perder el control de calidad de sus fórmulas.
La solución de Ingelam
El equipo de ingeniería de Ingelam diseñó e implementó una solución integral de automatización total del proceso de dosificación, partiendo de los equipos existentes.
La estrategia combinó:
- Automatización completa de las básculas y válvulas, eliminando la intervención manual en la dosificación.
- Integración de sensores, controladores y tableros eléctricos personalizados, ajustados a la infraestructura de la planta.
- Desarrollo de algoritmos de control propios, basados en precisión de pesaje, secuenciación automática y seguridad operacional.
- Capacitación técnica al personal, para garantizar la apropiación de la nueva tecnología y el uso eficiente del sistema.
Todo se implementó sin detener la producción, priorizando la continuidad operativa.
Los resultados
El cambio fue inmediato y transformador:
- Duplicación de la producción diaria, sin necesidad de una nueva línea.
- Reducción de los tiempos de mezcla y dosificación de varias horas a minutos.
- Trazabilidad total del proceso y eliminación de errores humanos.
- Disminución del consumo energético y desperdicios, aumentando la rentabilidad operativa.
Además, el equipo humano evolucionó junto con la tecnología: los operarios pasaron de tareas manuales repetitivas a roles de supervisión y control, fortaleciendo su perfil técnico.
La voz del proyecto
“Cuando la planta empezó a trabajar en automático y los operadores vieron que el sistema hacía todo por sí mismo, entendieron que la automatización no los reemplazaba, los potenciaba.”
— Jefferson Bedoya Hoyos, Gerente Técnico, Ingelam.
Lecciones aprendidas
Este proyecto demostró que automatizar no siempre significa invertir más, sino invertir mejor.
La clave está en aprovechar la infraestructura existente y sumarle ingeniería inteligente.
Ingelam reafirmó su filosofía:
“Cada proyecto es una oportunidad de optimizar, no de reemplazar.”
Mirando hacia el futuro
La experiencia en esta planta marcó el inicio de una nueva generación de proyectos de automatización modular y escalable.
Hoy, esta misma metodología se aplica en otras plantas de autoconsumo y agroindustria, donde la eficiencia y la sostenibilidad son prioridad.
CTA final
¿Tu planta aún depende de procesos manuales o no tiene control preciso sobre su producción?
Con Ingelam, puedes automatizar progresivamente sin detener tu operación y lograr un retorno de inversión real desde el primer día.
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